Organizar la vida


“David organizó a los sacerdotes por turnos para el desempeño de sus funciones” (1 Crónicas 24:3)

Todo lo que valga la pena necesita organización. No se puede construir una empresa en medio del caos ni dirigir un emprendimiento si no se tienen claros principios de misión y de propósito. Organizar no es una pérdida de tiempo, es fundamental para que todo funcione bien.

Este concepto lo sabemos. La mayoría de las personas lo defiende para reclamar, por ejemplo, cuando el tráfico de su ciudad es demasiado caótico, y entonces, demanda al alcalde que haga algo para solucionarlo, porque es imposible vivir en un medio tan “desorganizado”.

Hace poco le escuché a alguien reclamar contra su municipio porque no se han organizado adecuadamente para arreglar las calles.

Lo sabemos, lo entendemos, lo reclamamos, pero cuando llega la hora de aplicar el mismo principio para la vida, entonces, muchos simplemente, no saben qué decir ni qué hacer.

Viven como pajaritos, aunque eso suena a un insulto para los pájaros que son más organizados que un buen número de personas que conozco, que no tiene idea de hacia dónde va su vida ni qué es lo que quiere hacer con ella.

Cuando se analiza la vida de las personas de éxito, en todos hay un común denominador. En algún momento de su vida planearon el resto de su existencia y organizaron su día a día en función de las metas que se habían propuesto.

Se suele envidiar a la gente de éxito, pero muchos no entienden ni valoran el hecho de que para poder llegar a ser exitosos, tuvieron que sortear dificultades, aprender, fracasar, comenzar de nuevo y seguir. Pero, como tenían una meta clara, fueron capaces de reorganizarse.

Cuando me encuentro con jóvenes que sólo se dedican a dormir, perder el tiempo en conversaciones banales, andar constantemente en búsqueda de sensaciones pasajeras, me da pena, porque sé lo que sucederá con esas vidas. Al cabo de algunos años estarán empobrecidos, sin futuro, amargados y refunfuñando, culpando a otros por su “mala suerte”, sin entender que ellos son los culpables de su suerte. Somos arquitectos de nuestro propio porvenir. Se comienza con organizar la vida.



Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: 
SUPERANDO OBSTÁCULOS

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
Comparte en:    Facebook Twitter Google+

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen este blog, y a las personas que lo leen. Te agradezco por tus aportes. Sin embargo, ten en cuenta que para que se publique lo que comentas debes indicar tu nombre (no se publicará ningún mensaje anónimo), y no debe aparecer ningún enlace a alguna página, número de teléfono, o dirección. Además, no se publicará ningún comentario con tinte ofensivo, homofóbico, discriminatorio, insultante o irrespetuoso. Todo lo demás, es bienvenido.