“Y el Señor le contestó: ¡Levántate! ¿Qué haces allí postrado?” (Josué 7:10 )
Las personas de éxito son resilientes, es decir, son capaces de levantarse y continuar, aún cuando hayan sufrido un revés, un fracaso o una derrota que los haya tirado al suelo o los haya dejado en la banca rota. No se quedan a lamer sus heridas, simplemente, se levantan, y avanzan.
“La resiliencia es la capacidad de tener éxito de modo aceptable para la sociedad, a pesar de un estrés o de una adversidad que implican normalmente un grave riesgo de resultados negativos” (Barudy y Dantangnan, 2005:56).
El énfasis de la definición de Stefan Vanistendael que hemos citado, pone el acento en la capacidad de sobreponerse a situaciones adversas que suponen un grave riesgo. Es decir, la posibilidad que tienen algunas personas, por no dejarse arrastrar por las circunstancias y salir adelante pese a todo.
La resiliencia no es genética, se logra en un proceso donde los individuos toman decisiones alentados por su medio, para no dejarse arrastrar por la riada de circunstancias difíciles que le rodean.
Las personas resilientes no culpan a los demás por lo que les ocurre. Son capaces de levantarse sabiendo que lo que pueda ocurrir con sus vidas estará condicionado por las decisiones que tomen en el día a día.
Muchas personas simplemente, permiten que las circunstancias elijan lo que serán ese día y en lo sucesivo. No se hacen cargo. No asumen la responsabilidad de sí mismos. Tienden a descansar en lo que otros podrían hacer para ayudarles a salir de su situación compleja.
Todas las historias de éxito muestran a varones y mujeres levantándose de las cenizas. No dejándose avasallar por las circunstancias. Asumiendo que si no son ellos los que hacen algo, nadie lo hará por ellos.
Los perdedores, los que dejan que las circunstancias determinen su vida, suelen ser personas que han perdido la batalla para hacerse cargo de sí mismos, y se dedican a rumiar sus derrotas y a vociferar en contra de quienes han tenido éxito, como si tener éxito fuera sólo posible para algunos, sin entender, que la capacidad de triunfar reside, principalmente, en nuestra mente y en que seamos capaces de sobreponernos.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito:
SUPERANDO OBSTÁCULOS
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