Un tiempo de luto


“Un tiempo para estar de luto” (Eclesiastés 3:4)

En la escala de estrés y angustia, la pérdida de un ser amado, como el cónyuge, es la que provoca el índice más alto de tensión, dolor, tristeza y sensación de pérdida. No existe algo similar. Lamentablemente, no nos preparamos para la muerte, porque vivimos ilusionados con la sensación de una vida que no tiene fin, por esa razón cuando la muerte golpea nuestra puerta, muchos se sumen en tristezas incontrolables. Nadie escapa a esta situación.

Ed Montgomery, era junto a su esposa, el pastor de la a iglesia Asamblea Internacional del Evangelio Completo, en el Estado de Illinois en EE.UU. Sin embargo, su esposa murió y eso lo sumió en una profunda depresión. Un día, sin aviso se suicidó delante de su madre y su hijo, sin medir ni pensar en las consecuencias que aquella terrible decisión tendría sobre la vida de otros seres amados. La tristeza ciega, especialmente, cuando nunca hemos sido preparados para estar triste.

Por ser pastor, ocupaba tiempo en oración y en ejercicios espirituales, pero eso no impidió su fatal decisión. Lamentablemente, muchos fallan en comprender la función de la oración y la convierten en un reemplazo de otras medidas que también son importantes.

La oración se convierte para muchas personas en una forma de escapar de la realidad. Oran, pero no enfrentan lo que viven, en la seguridad ingenua que todo se solucionará con la oración, sin entender, que la oración es para conectarnos con Dios, pero hay cosas que la divinidad no hará, especialmente, si nos compete a nosotros. En otros casos, Dios está limitado por otros factores para intervenir.

Pedir ayuda no nos hará menos creyentes. Si alguien en este momento tuviera un ataque al corazón no dudaría ni un instante en solicitar un médico, ¿por qué no ponerse a orar? No es falta de fe, sino la comprensión de que necesitamos medidas urgentes y un médico en medio de un ataque cardiaco no es mala idea.

Orar es importante, pero también lo es actuar. Muchas personas aquejadas de enfermedades como la depresión podrían ser ayudados sólo si pidieran ayuda a especialistas, antes que sea tarde.


Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito: 
SUPERANDO OBSTÁCULOS

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