“No tengas miedo” (Apocalipsis 1:7)
Una religión real y auténtica no fomenta el miedo. No hay ética en hacer que las personas actúen de una u otra forma mediatizados por el temor. Eso es manipulación y falta de respeto a la dignidad humana. A través de los siglos, lamentablemente, ha sido la estrategia preferida de los terroristas de la religión. Los Osama Bin Laden del cristianismo han vendido la idea de temerle a Dios, para no ofenderlo ni hacerlo enojar. Especialistas en transmitir una idea infantil de la divinidad han creado generaciones de personas neuróticas y enfermas con una salud mental frágil y llenas de miedo.
Las repercusiones en el mundo cristiano de la exposición pública de clientes del sitio Ashley Madison en 2015 sólo se sabrán en la eternidad, pero muchas personas no sólo atentaron contra su vida como el caso que veíamos ayer, sino que se retiraron de sus congregaciones religiosas aplastados por la vergüenza.
Algunos intentaro pagar miles de dólares para que su nombre fuera retirado de la lista por el miedo que les provocaba verse expuestos frente a su comunidad, amigos y familia.
Algo muy malo pasa con el cristianismo cuando no puede ofrecer paz en vez de temor.
Thomas Rainer, presidente de LifeWay Research, vinculado a los Bautistas del sur, señaló en relación a los hechos: “es muy triste y trágico cuando los cristianos en la lista [de Ashley Madison] tienen que tener miedo y menos esperanza que los no creyentes en la lista. Me temo que algunos cristianos tomarán una actitud legalista y de juicio, cuando la gracia debe ser lo que reine”.
Cuando la gracia no reina la desgracia se manifiesta en toda su magnitud. Los expertos en acusar no saben que eso no es cristianismo. La esencia de Jesús es “ni yo te condeno” (Juan 8:11). ¿Qué evangelio han leído los cristianos que después de 2000 años aún no entienden que si ni siquiera Jesús estuvo dispuesto a condenar, tampoco debemos estarlo nosotros?
Un cristiano que condena, se condena. Una persona que dice amar a Jesús y se convierte en juez de su hermano, en realidad, se transforma en verdugo de sí mismo.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. Del libro inédito:
SUPERANDO OBSTÁCULOS
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