Un perfil


“Si una joven sale a buscar agua, y yo le digo: ‘Por favor, déjeme usted beber un poco de agua de su cántaro, y ella me contesta: ‘Beba usted, y también le daré agua a sus camellos, que sea ella la mujer que tú, Señor, has escogido para el hijo de mi amo” (Génesis 24:43-44)


El misticismo campea en multitud de congregaciones cristianas. Actúan como si todo se resolviera de manera espiritual, pero asignándole a esa espiritualidad una cuota de misticismo que le quita responsabilidad a las decisiones humanas. Este versículo en particular ha sido usado de esa manera en muchas oportunidades. Como si Rebeca no pudiera decidir por sí mismo y estuviera obligada a cumplir un supuesto mandato divino.

El asunto no es tan simple como esa aseveración simplista. El siervo de Abraham, que es un creyente igual que su amo, tiene un problema real en su mano. Tiene que eligir una esposa para Isaac, pero debe hacerlo considerando lo que su amo tiene en mente. Preservar la promesa y construir una nación. No es cualquier mujer. Tiene que tener ciertas características y esas están reflejadas en el perfil que construye el siervo en su oración. En realidad, le está compartiendo a Dios lo que ha trazado en su mente para buscar a una persona idónea.

Busca una mujer amable. El siervo no viajaba solo. Así que ofrecerle agua a él es también darle a su comitiva, que no sabemos exactamente cuántos son. Demostrar bondad con un extranjero es algo que ella deberá vivir en su día a día, empezando con su esposo.

Luego viene lo más extraño, quiere que le ofrezca agua a él y su comitiva, pero que espontáneamente también le ofrezca agua para sus camellos. Un camello puede soportar hasta 10 días sin consumir líquido, porque almacena grasa que luego la transforma en ese vital medio de subsistencia. Tampoco sudan, por eso no pierden líquido. Sin embargo, cuando tienen la oportunidad de beber pueden ingerir hasta 135 litros. Al ofrecerse a dar agua a los camellos, se está ofreciendo para una tarea monumental. Probablemente iba sacando en un cántaro y lo vertía en un recipiente. De todos modos, es una gran tarea. Con esa característica demuestra ser fuerte y solícita, características que si iba a necesitar en su nueva tierra y relación. No fue casual el perfil del siervo.




Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Ser mujer no es pecado


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