Los violentos se hacen, no nacen.
Es un error creer que la gente nace violenta. Eso supondría justificar las acciones de los violentos y en ese sentido, entonces, estaríamos ante la presencia de una excusa que salvaría de las consecuencias aún a los más acérrimos delincuentes violentos.
Es cierto que todos tenemos tendencias heredadas y adquiridas, pero, la mayoría no son condicionantes o determinantes, si lo fueran, entonces, hablar de libertad y libre albedrío sería un contrasentido. Las personas eligen el tipo de vida que desean vivir, por mucho que les pese a los deterministas que creen en el fatalismo del destino.
Hay mecanismos mentales que a muchas personas les suele costar entender. Cuando me toca atender a mujeres golpeadas y a varones violentados (los menos, que se atreven a buscar ayuda), a menudo les digo que de un modo inconsciente, ellos eligieron a esas personas aún sabiendo o intuyendo que algo no iba bien o que no era lo adecuado.
Muchos reaccionan sorprendidos porque no es lo que quieren escuchar. Sin embargo, las herramientas de interacción las recibimos del contexto familiar y cultural en el que nos hemos criado. Luego, nosotros, con nuestras decisiones hacemos una amalgama con los valores que adquirimos y las nociones que van constituyendo nuestra vida interior y la psiquis propia. En ese conjunto de elementos, inescrutables la mayor parte de las veces, misterioso diría Freud, están las claves para entender por qué razón elegimos como parejas a personas que son destructivas y tóxicas.
En el trabajo preventivo que realizo con jóvenes suelo enseñarles algunas pistas que podrían advertirles del peligro. Si han tenido un hogar violento o vivieron en un medio ambiente donde era lo habitual, entonces, es probable que no hayan aprendido a interactuar de manera sana con personas de otro contexto, eso los hace vulnerables a elegir a personas con dichas características. Por esa razón es preciso, siguiendo a Derrida, desetructurar nuestro origen para comprender qué hemos recibido y qué hemos asimilado, para poder estar atento a una posible relación tóxica. Hay indicios de que estamos con una persona con características posesivas, autocráticas o dictatoriales, por muy sutiles que sean las evidencias.
Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez.
Del libro inédito: LAZOS DE AMOR
#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria
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