Necesito que me necesites

“El que ama a su mujer se ama a sí mismo” (Efesios 5:28)
 
Los codependientes generan un proceso enfermizo: Necesito que me necesites. Por esa razón, se hacen necesarios para el otro. Viven de tal modo que actúan como si toda su vida dependiera que su pareja las necesitara, haciendo que de esa forma la simetría que debería existir en una pareja normal se pierda.
 
Sin embargo, ninguna relación puede sobrevivir si sólo una parte se entrega y da y la otra parte se conforma sólo con recibir. La parte que entrega sin recibir nada a cambio tarde o temprano termina cansándose y descubriendo con dolor que ha sido tratada como un felpudo al que sólo se acude cuando hay necesidad.
 
Los que abusan de esta situación son personas con altos grados de narcisismo que actúan como niños mimados que sólo exigen, pero, no dan nada a cambio. Son personas emocionalmente inmaduras que manipulan con rabietas infantiles y chantajes emocionales. Sus víctimas, a menudo, con poca o nada estima propia, terminan convirtiéndose en títeres de sus desvaríos.
 
Para que una pareja funcione de manera sana se precisa que ambos reciban su cuota de aprobación, apoyo, colaboración y entrega. No se trata de relaciones asimétricas donde uno recibe y el otro da. Eso no funciona a largo plazo. Una pareja sana es como un puente que sirve para ir y venir, dar y recibir, de otro modo, se pervierte el sentido de equidad y reciprocidad en la pareja.
 
El egoísta, evidentemente, le resulta cómoda una situación donde no debe comprometerse con la felicidad del otro. Le es normal apelar a la fuerza o a la manipulación para lograr sus objetivos de recibir sin dar nada a cambio. Pero, por más repetida que sea la situación o común en muchas parejas, no es normal, es simplemente, una distorción macabra del verdadero sentido de la pareja.
 
El amor es entrega, pero siempre está en el contexto de “entrega mutua”, no de manera unilateral. Amar es darse, en el entendido que la contraparte hará lo mismo, de otro modo, pierde su esencia de equidad y se convierte en una relación injusta e insana. 

Lamentablemente, más personas de las que lo reconocen viven este tipo de relaciones tóxicas que no contribuyen en nada a la estabilidad emocional, al contrario.

Copyrigh: Dr. Miguel Ángel Núñez.

Del libro inédito: LAZOS DE AMOR

#MiguelÁngelNúñez #meditaciónmatinal #devocióndiaria

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