Desaliento



“Dios mío, todas las mañanas te busco en oración; ¡yo te ruego que me ayudes! ¿Por qué me rechazas? ¿Por qué me das la espalda?” (Salmo 88:13)

Uno de los salmos más deprimentes de la Biblia es el Salmo 83. Posee todas las características de un depresivo. Está lleno de auto conmiseración. Nadie sufre más que el protagonista del salmo. Ninguna otra persona puede comprender su dolor ni sufrimiento. Actitud que es muy común en personas que ven todo negro porque no logran percibir nada más que su dolor.

¿Por qué está en la Biblia si no tiene muchos rasgos de esperanza? De hecho, el salmo parece hasta blasfemo en la forma en que se dirige a Dios y la manera en que le reclama.

Una de las razones por las que está en la Escritura es para mostrarnos la crudeza de la humanidad en toda su magnitud, pero también, la honradez con la que Dios espera que nos comuniquemos con él. Puede que el salmista no se de cuenta en primera instancia, pero su reclamo es liberador. Al hablarle a Dios de esa forma, le está diciendo sin ambigüedades lo que realmente siente, y eso en si es un acto liberador, porque le permite expresar, y en eso hay una lección, especialmente en una actitud tóxica que ha entrado en el cristianismo que en nada ayuda a la humanidad.

Muchos predican una religiosidad neutra, donde deberíamos todo el tiempo tener una actitud de complacencia y tranquilidad pasiva, sin darnos derecho para expresar nuestra pena, desaliento o enojo. Como si Dios se molestase con nuestra molestia, cuando lo cierto es que Dios dejaría de ser tal si eso ocurriera.

En esa trampa de anular la emoción y el sentimiento normales han caído cientos de seres humanos que no han aprendido a vivir con Dios de una manera sana. Lo sienten o tan lejanos a sus problemas que es inoperante, o exasperantemente entrometido al grado de no tener libertad de acción. Ninguno de esos extremos es correcto.

Dios se conmueve con nuestro desaliento y no nos deja solos. Está a nuestro lado para darnos consuelo y una muestra continua de amistad y disposición. Concebir a Dios en otros términos en introducirnos en una religión esotérica y espiritualista, que nada tiene que ver con el Dios de la Biblia personal, respetuoso y empático.


 Soliloquios de la cruz

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez. 
Del libro inédito: SALMOS DE VIDA 

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