Leer este versículo fuera de contexto induce a error, tal como ha sido la historia de cientos y miles de personas que se han divorciado legalmente, y una vez vueltos a casar han sido acusados falsamente de adulterio.
Vamos por parte. El contexto de las palabras de Jesús es la pregunta si alguien puede “repudiar” a la mujer por cualquier causa (Mateo 19:3). Evidentemente esto tiene una historia y es la interpretación que había hecho Hillel, un rabino contemporáneo de Cristo, que enseñaba que los varones repudiaran a sus mujeres, al repudiarlas, sin darles carta de divorcio, se libraban de devolver la dote, pero dejaban a la mujer en total indefención. Jesús, que siempre se pone de parte del más débil, les dice que si van a repudiar den carta de divorcio. No les contesta eso de “por cualquier causa”, que es la trampa que quieren poner a Cristo, es decir, meterlo en una disputa de rabinos, sino que los envía a lo que están obviando, los derechos de la mujer.
En ese contexto, quien se casa con una “repudiada” que no ha recibido carta de divorcio, está en adulterio, porque legalmente la mujer sigue casada, sólo que ha sido expulsada sin nada. Si ella se casa, siendo repudiada, sin tener la “carta de divorcio”, está en adulterio.
Por otro lado, siguiendo Deuteronomio 24:1-4, si ella recibe carta de divorcio, puede ir y casarse con quien quiera, no es adulterio, es una segunda oportunidad para rehacer su vida. Moisés no da ninguna observación de con quién o bajo que circunstancias puede casarse, porque no hay cláusula de excepción, como algunos quieren ver en las palabras de Jesús obviando lo que dice Moisés y que Cristo no está negando, sino ratificando. La única cláusula de excepción que pone Moisés en Deuteronomio es que el que ha repudiado a su esposa, y ella se ha vuelto a casar, él no puede volver a casarse con la mujer que ha repudiado.
Jesús lo único que está haciendo es proteger a la mujer que en el contexto del siglo I no tiene amparo legal por el abuso que hacían los varones de las palabras de Moisés. Nuevamente, Cristo fiel a su misión le da libertad a los cautivos (Lucas 4:18).
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez.
Del libro inédito: SER MUJER NO ES PECADO
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