Tolerancia



“Porque en Su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente” (Romanos 3:25)

Una de las palabras más utilizadas en el mundo contemporáno es “tolerancia”. Religiosos, políticos, educadores y la gente común, hace llamados continuos a ser tolerantes. Tiene sentido, en medio de una sociedad con excesos extremistas donde es difícil encontrar un punto medio de equilibrio. Los grupos radicales extremistas, son un ejemplo de los excesos a los que puede llegar la intolerancia racalcitrante. Tolerar, es aprender a vivir en armonía pese a las diferencias. En muchos sentidos, es una tarea pendiente para el mundo que nos toca vivir.

Teniendo en cuenta lo anterior, la pregunta que más a menudo recibo como orientador familiar es: “¿Hasta cuando debo tolerarlo?”. La hacen personas que se ven desbordadas por actitudes y conductas de sus parejas que simplemente, producen un ambiente emocionalmente dañino y que pone en riesgo la vida de los integrantes de la familia.

La pregunta me la han hecho mujeres maltratadas por sus maridos y parejas; varones y damas, que sufren de violencia emocional; madres abandonadas por sus maridos que deben hacerse cargo de sus hijos en condiciones paupérrimas; mujeres y varones que se ven enfrentados a parejas irresponsables que no toman en serio sus propias vidas y tampoco sus relaciones. Por lo tanto, la pregunta es totalmente viable y necesaria de contestarla para dar alivio a quienes padecen.

Una de las primeras lecciones que las parejas deben aprender es que todo tiene un límite. No podemos ser conciencia de otras personas, pero si podemos decidir cuál es nuestro límite. Cada individuo puede ponerse límites a sí mismo, no puede ni debe hacerlo con otras personas, salvo con niños cuyas capacidades de comprensión están en desarrollo.

Poner un límite es decir ¡basta!, cuando las conductas de otra persona tienen el potencial de destruirnos o dañarnos. Ante la violencia no se puede ser tolerante, aún los estados que manejan conceptos propios de tolerancia religiosa, ponen un límite a los actos violentos. ¿Por qué debería permitirse la violencia en el hogar que se niega en la sociedad? 

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
Del libro inédito: Lazos de amor

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